
Aneurisma es el término que se utiliza para describir un vaso sanguíneo abultado en el cerebro. Si el vaso presenta fugas o se rompe, puede causar sangrado, lo que se conoce como accidente cerebrovascular hemorrágico. Los aneurismas cerebrales son comunes por sí solos y tienden a ser insignificantes, ya que no causan síntomas ni problemas de salud, y nunca se rompen. Sin embargo, la rotura de un aneurisma constituye una emergencia médica, y conocer los signos puede prevenir daño cerebral permanente y la muerte.
Síntomas de un aneurisma roto

- Un dolor de cabeza repentino y severo (a menudo descrito como “el peor dolor de cabeza de mi vida”)
- Visión borrosa o doble
- Confusión
- Una pupila dilatada
- Un párpado caído
- Desmayo
- Náuseas/vómitos
- Dolor alrededor de un ojo
- Rigidez en el cuello
- Sensibilidad a la luz
- convulsiones
- Debilidad y/o entumecimiento
“El peor dolor de cabeza de mi vida”

Según la Fundación de Aneurismas Cerebrales , los dolores de cabeza suelen ser el síntoma más importante. Tenga en cuenta que no todos experimentan todos los síntomas. Sin embargo, los dolores de cabeza, las náuseas, la rigidez del cuello, la visión borrosa y la sensibilidad a la luz son los más comunes. Si los experimenta, llame a una ambulancia en lugar de que alguien lo lleve al hospital. Los aneurismas rotos son situaciones de alto estrés donde el tiempo apremia, y los servicios de emergencia podrían tener que iniciar procedimientos para salvar la vida del paciente antes de que pueda llegar al hospital.
Síntomas de un aneurisma con fugas

A veces, un aneurisma no se rompe de golpe. Más bien, comienza a supurar pequeñas cantidades de sangre durante unos días o semanas antes de romperse por completo. Esto se denomina hemorragia centinela. El síntoma principal es un dolor de cabeza extremadamente intenso que comienza repentinamente y persiste durante unos días o hasta un par de semanas. En cualquier caso, busque atención médica inmediata antes de que se produzca la ruptura.
¿Qué pasa con los aneurismas no rotos?

Los aneurismas por sí solos no suelen causar síntomas. Suelen ser pequeños y solo se detectan durante las pruebas de detección de otras afecciones. Sin embargo, a veces, los aneurismas no rotos pueden agrandarse y presionar los nervios del cerebro. Como resultado, las personas pueden experimentar los siguientes signos y, de ser así, deben buscar atención médica inmediata.
Síntomas de un aneurisma no roto

- Visión borrosa o doble
- Dolor alrededor de un ojo
- Un párpado caído
- Una pupila dilatada
- Debilidad y/o entumecimiento
- Cambios en los patrones de dolor de cabeza*
*Los aneurismas no rotos no suelen causar cefaleas crónicas. Sin embargo, las personas con cefaleas crónicas pueden experimentar cambios en su frecuencia o intensidad. En esta situación, deben contactar a su profesional de la salud. Sin embargo, tenga en cuenta que, según las circunstancias, muchos casos de aneurismas no rotos no requieren tratamiento. En cualquier caso, es importante hablar con un profesional de la salud sobre sus inquietudes.
Factores de riesgo genéticos

Los aneurismas se desarrollan cuando las paredes de las arterias cerebrales se debilitan y adelgazan. Algunas personas nacen con ellos debido a defectos congénitos. Otras son propensas a padecerlos, lo cual se puede reconocer si tienen un familiar directo con antecedentes de aneurismas cerebrales. Las mujeres y las personas mayores de 40 años tienen mayor probabilidad de ser diagnosticadas con aneurismas.
Más factores de riesgo

Además, según la Clínica Cleveland , las personas con ciertas afecciones médicas tienen un mayor riesgo, como malformaciones arteriovenosas, enfermedad renal poliquística autosómica dominante, displasia fibromuscular, síndrome de Marfan y síndrome de Ehlers-Danlos vascular. Asimismo, las personas con hipertensión arterial pueden experimentar debilitamiento de las paredes arteriales con el tiempo. El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el consumo de sustancias (especialmente cocaína) también pueden causar este debilitamiento.
Los efectos de la ruptura

El sangrado por la ruptura suele ser leve y durar solo unos segundos, pero la fuga puede dañar gravemente e incluso matar las neuronas circundantes. También puede aumentar la presión en el cráneo, lo que puede inhibir el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al cerebro. Esto puede causar rápidamente pérdida de la conciencia, daño cerebral permanente y la muerte, según la Clínica Mayo .
Complicaciones de los aneurismas

Aún pueden surgir complicaciones potencialmente mortales después de tratar la ruptura inicial. Por ejemplo, el vaso sanguíneo afectado corre el riesgo de volver a sangrar. Además, los vasos sanguíneos alrededor de la ruptura pueden estrecharse y contraerse, lo que puede causar un accidente cerebrovascular isquémico, lo que a su vez agrava el daño celular y la muerte celular. Otra posible complicación es la hidrocefalia, que consiste en la acumulación de líquido en el cerebro proveniente de la médula espinal. Este exceso de líquido puede dañar el tejido y ejercer presión sobre el cerebro.
Prevención

Los aneurismas cerebrales no siempre se pueden prevenir, especialmente cuando existe un fuerte factor hereditario. Sin embargo, las personas pueden reducir su riesgo mediante cambios saludables en su estilo de vida, según explica el NHS . Los dos objetivos principales son dejar de fumar y reducir la hipertensión. Esto último se puede lograr mediante una dieta baja en sodio y rica en frutas y verduras, un consumo limitado de alcohol, un peso saludable, ejercicio regular y una reducción de la cafeína. La buena noticia es que estas directrices se aplican a la prevención de muchas otras afecciones, como infartos y enfermedades renales. Por lo tanto, quienes deseen reducir su riesgo de aneurisma pueden obtener muchos más beneficios para la salud.