Rose Siggins fue una mujer extraordinaria que demostró con su vida que, sin importar las circunstancias, nada es imposible. Nacida en 1972, desde el momento de su nacimiento, la madre de Rose supo que tenía una hija especial. A pesar de las dificultades que podría haber enfrentado debido a su “limitación”, Rose asistió a la escuela y vivió una adolescencia aparentemente normal, con todos los desafíos y alegrías que eso conlleva.
Siggins, sin embargo, no pudo evitar sentirse incómoda con las miradas curiosas y, a menudo, despectivas de los transeúntes. En varias ocasiones, expresó cómo los niños y adultos la miraban fijamente, sin intentar disimularlo. A pesar de esto, Rose se mantuvo firme y continuó con su vida, sin dejar que las opiniones ajenas la definieran.
Fue en su lugar de trabajo, en un taller de automóviles, donde conoció a Dave, su futuro esposo. Desde el principio, se sintieron conectados, y a menudo conversaban por teléfono durante las horas laborales. Este vínculo laboral se transformó rápidamente en una relación romántica, y poco tiempo después, Dave le propuso matrimonio.
Este acontecimiento marcó un giro inesperado en la vida de Rose. A pesar de la propuesta de matrimonio, Dave confesó que su madre le había sugerido que reconsiderara su decisión. La preocupación de la madre de Dave era que él no podría manejar las dificultades asociadas a la discapacidad de Rose. Sin embargo, Rose demostró con el tiempo que nada de esto la detendría. A pesar de las dudas que algunos tenían, Rose se embarazó y, contra todo pronóstico, dio a luz a un niño sano. Los médicos quedaron sorprendidos por su capacidad para superar las adversidades durante el embarazo.
Con el paso de los años, Rose siguió desafiando las expectativas. No solo se convirtió en madre de dos hijos, sino que también demostró ser capaz de manejar las tareas del hogar, criar a sus hijos, patinar e incluso actuar en la exitosa serie de televisión estadounidense American Horror Story. Su participación en este proyecto le dio una visibilidad aún mayor y la consolidó como un símbolo de fuerza y determinación.
Lamentablemente, la vida de Rose Siggins se vio truncada de manera prematura a los 43 años debido a una infección tras una operación para la extracción de cálculos renales. Su fallecimiento fue un golpe devastador para su familia, amigos y todos los que la conocían.
Hoy, solo podemos enviar nuestras más sinceras condolencias y desearle a su familia la fuerza y la salud necesarias para superar el dolor que su partida ha dejado. Rose Siggins será siempre recordada como una mujer que vivió sin límites, enfrentó la adversidad con valentía y dejó una huella imborrable en todos los que tuvieron el honor de conocerla.
