Hermanas patinadoras artísticas perdieron trágicamente la vida en un accidente aéreo cerca de Washington: todos los detalles de la historia.

En una tragedia desgarradora que ha conmocionado a la comunidad del patinaje artístico y a todo el país, las hermanas Everly y Alydia Livingston, de 14 y 11 años respectivamente, junto con sus padres, Peter Livingston y Donna Smojice Livingston, han sido confirmados entre las víctimas de un fatal accidente aéreo ocurrido cerca de Washington, D.C. La familia se encontraba regresando del Campeonato de Patinaje Artístico de EE.UU., que se celebró en Wichita, Kansas, cuando el vuelo 5342 de American Airlines, en el que viajaban, colisionó con un helicóptero Black Hawk del Ejército de los EE. UU. la noche del 29 de enero. Este trágico accidente ha dejado una marca profunda en la vida de los familiares, amigos y toda la comunidad del patinaje artístico, quienes ahora enfrentan la pérdida de algunos de sus miembros más queridos y prometedores.

Las hermanas Everly y Alydia Livingston eran jóvenes patinadoras talentosas y miembros activos del Washington Figure Skating Club. Recientemente, habían compartido en sus redes sociales una alegre publicación, en la que posaban juntas en un evento de patinaje. Acompañaron la imagen con un mensaje divertido y lleno de entusiasmo, preguntando en tono de broma si la federación estadounidense de patinaje estaba lista para la “presencia Livingston” en los Nacionales. Esta publicación, llena de vida y esperanza, se convirtió tristemente en su última interacción en redes sociales antes de que sus vidas fueran truncadas de manera tan abrupta y devastadora. La tragedia, además de arrebatarles la vida a estas jóvenes promesas del patinaje, también cobró la vida de otros pasajeros y miembros de la tripulación del avión involucrado.

El accidente ocurrió alrededor de las 9 p.m., hora local, cuando el jet Bombardier CRJ700 de PSA Airlines, que transportaba a los miembros de la comunidad del patinaje, impactó contra un helicóptero Sikorsky H-60 del Ejército de los EE. UU. mientras se aproximaban al Aeropuerto Nacional Reagan de Washington. La colisión fue fatal, cobrando la vida de 64 personas, incluyendo a atletas, entrenadores y familiares, todos vinculados a la comunidad del patinaje artístico. Entre las víctimas se encontraban figuras destacadas del deporte, como Spencer Lane y su madre Christine, Jinna Han y su madre Jin Han, así como los entrenadores Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, del Boston Skating Club. La tragedia también afectó a clubes de patinaje del norte de Virginia y la Universidad de Delaware, dejando un vacío irreparable en el corazón de la comunidad de patinaje artístico.

La noticia de este devastador accidente ha sido un golpe de dolor y tristeza para todos los involucrados en el patinaje artístico, especialmente porque muchos de los pasajeros se dirigían al Campamento Nacional de Desarrollo que se celebró junto al campeonato, un evento clave en la formación de futuros campeones. La magnitud de la tragedia es aún más dolorosa cuando se considera que las víctimas formaban parte activa de una generación prometedora del deporte. A medida que las labores de recuperación comenzaron, las autoridades confirmaron la recuperación de 28 cuerpos para el jueves siguiente.

Ante esta indescriptible pérdida, la Federación Estadounidense de Patinaje emitió un comunicado oficial en el que expresó su profundo pesar y envió sus condolencias a las familias afectadas. “Estamos devastados por esta tragedia indescriptible y abrazamos en nuestros corazones a los seres queridos de las víctimas”, declaró la organización, destacando el impacto que este trágico evento ha tenido en la comunidad. Por su parte, la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) iniciaron de inmediato una investigación para esclarecer las causas del accidente, con la NTSB liderando el proceso y trabajando incansablemente para obtener respuestas en medio del dolor y la incertidumbre.

Este trágico accidente ha dejado una huella imborrable en todos los que conocían a las víctimas, tanto en el mundo del patinaje artístico como en la sociedad en general. Mientras el proceso de duelo continúa, la comunidad del patinaje artístico, junto con la familia de las víctimas, sigue buscando consuelo en la memoria de aquellos que perdieron la vida, recordando sus logros y el impacto positivo que tuvieron en todos los que los rodeaban.

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