
Es natural que los perros persigan cosas, ya sea una pelota, una rama de árbol u otro objeto. Es una actividad que disfrutan muchísimo. Pero ¿te has preguntado alguna vez por qué también persiguen a los humanos? Si es así, puede que tengamos la respuesta.
Una de las razones por las que los perros persiguen a las personas es por su impulso de rezar.
Estas criaturas tienen un instinto innato para perseguir objetos en movimiento. Además, son animales territoriales y a veces persiguen a las personas para proteger su territorio. Cuando los perros empiezan a ladrar, gruñir o mostrar los dientes cuando una persona se acerca a su casa, pueden mostrar este tipo de comportamiento porque se sienten amenazados por su territorio.

Además, los perros a veces ladran a las personas y las persiguen cuando viven experiencias nuevas. Por extraño que parezca, las personas nuevas que conocen tienen su propio olor, ciertos movimientos corporales y comportamientos que los perros no han experimentado antes, por lo que se sienten amenazados. Lo cierto es que los perros simplemente son cautelosos en estas situaciones.
Hay ciertas características humanas que pueden enfadar a los perros. Para algunos, puede ser llevar gafas, mientras que para otros, podría ser llevar sombrero. A algunos perros también les enfadan las voces de ciertas personas.
Es un hecho bien conocido que el perro es el mejor amigo del hombre, por lo que, cuando el perro persigue a extraños y les ladra, puede ser porque cree que de esa manera está protegiendo a su dueño.

Se cree que un rasgo valioso que poseen los perros es la capacidad de percibir la naturaleza humana.
Estos animales son observadores agudos que miran y recuerdan las acciones humanas.
A veces, los perros muestran comportamientos agresivos, como ladrar y perseguir a las personas, debido a experiencias pasadas. Es posible que hayan sido lastimados por un humano en el pasado y ahora son cautelosos con personas nuevas.
Una forma de evitar que tu perro exprese enojo hacia otras personas es tratarlo bien desde pequeño, exponiéndolo a diferentes ruidos y olores.

También ayuda un buen entrenamiento y una pequeña recompensa en forma de golosina cuando se portan bien con otras personas. El refuerzo positivo nunca viene mal.
Por favor COMPARTE este artículo con tu familia y amigos en Facebook.