Las verdaderas causas de la flema y la mucosidad constantes en la garganta y cómo eliminarlas

El cuerpo humano produce moco de forma natural para lubricar y proteger la garganta y los senos paranasales. Sin embargo, cuando esta producción es excesiva, puede indicar la presencia de una infección persistente, reflujo ácido o inflamación. A continuación, se presentan las principales causas de la acumulación de moco, así como soluciones naturales para solucionarla.

1. Reflujo ácido

La causa más común, aunque a menudo no diagnosticada, del exceso de mucosidad es el reflujo ácido. Este ocurre cuando la válvula en la parte superior del estómago no cierra correctamente, lo que permite que el ácido estomacal regrese al esófago y a la garganta.

Este reflujo ácido puede estar acompañado de acidez de estómago, pero en muchos casos solo aparecen los síntomas relacionados con la mucosidad, una afección denominada reflujo silencioso o enfermedad por reflujo gastrolaríngeo (RGL).

Solución natural:

Mezcle 2 cucharadas de vinagre de sidra de manzana en un vaso de agua y beba esta preparación dos veces al día antes de las comidas. Esto ayuda a cerrar la válvula estomacal y a reducir el reflujo. Si después de una semana la mucosidad disminuye, probablemente la causa sea el reflujo ácido.

2. Medicamentos antiácidos

A muchas personas, especialmente a partir de los 40 años, se les recetan antiácidos o inhibidores de la bomba de protones (IBP) para tratar el reflujo. Sin embargo, estos medicamentos solo alivian la acidez estomacal, lo que a la larga empeora el problema.

Solución natural:

Aplique vinagre de sidra de manzana como se mencionó anteriormente y considere tomar de 5 a 10 cápsulas de hidrocloruro de betaína antes de las comidas para mejorar la digestión y estimular la válvula del estómago.

3. Goteo posnasal

Otra causa común del exceso de mucosidad es el goteo retronasal, donde la mucosidad drena desde los senos paranasales hacia la parte posterior de la garganta. Esto puede deberse a una infección sinusal causada por virus, bacterias, hongos o levaduras. El resultado es una infección sinusal crónica y persistente, acompañada de tos, sensación de nudo en la garganta o necesidad constante de carraspear.

Solución natural:

Coloque una olla neti con agua destilada, sal marina y unas gotas de extracto de semilla de pomelo para remojar los senos paranasales. Este remedio ayuda a eliminar las biopelículas y a combatir las infecciones.

4. Uso excesivo de antibióticos

Los antibióticos se usan comúnmente para curar infecciones, pero solo atacan a las bacterias, lo que permite la proliferación de otros microbios, como hongos, levaduras y cándida. Esto puede causar congestión persistente y sensación de presión en los senos paranasales.

Solución natural:

Favorecer remedios naturales como el saúco negro, el ajo añejado o el aceite de orégano para curar infecciones, en lugar de antibióticos que desequilibran la flora microbiana.

5. Granos y productos lácteos

Los cereales contienen antinutrientes como el ácido fítico, que bloquea la absorción de minerales, y suelen elaborarse con pesticidas que alteran la flora intestinal. El gluten, una proteína presente en los cereales, puede provocar reacciones autoinmunes que aumentan la producción de moco en los senos paranasales, la garganta y los intestinos.

Solución natural:

Para detectar su sensibilidad alimentaria, elimine de su dieta los cereales, los aceites de semillas (como el de canola y el de maíz) y los alimentos fritos durante dos semanas. Observe si sus síntomas mejoran.

6. Alergias transmitidas por el aire

Tus senos paranasales pueden producir más mucosidad si eres alérgico a partículas suspendidas en el aire, como polen, caspa de mascotas, ácaros del polvo o moho. Tu cuerpo produce mucosidad para atrapar estas partículas y evitar que entren en tus pulmones.

Solución natural:

Consulte a su médico para realizar una prueba de alergia para identificar los desencadenantes. Incorpore purificadores de aire en su hogar y limpie regularmente las áreas propensas al polvo y al moho.

Para reducir las reacciones al polen, coma pequeñas cantidades de polen de abeja para ayudar a que su sistema inmunológico se acostumbre a él.

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