En el complejo mundo de la crianza digital, los padres enfrentan desafíos cada vez más sofisticados. En una era en la que las redes sociales y los mensajeros instantáneos son parte esencial de la vida de los adolescentes, mantenerse al tanto de cómo se comunican realmente puede ser una tarea abrumadora. Hoy, una nueva advertencia de la policía está generando preocupación: un emoticono aparentemente inofensivo está siendo usado con un significado completamente diferente al que aparenta.
Las autoridades han llamado la atención sobre el emoji del caballo, comúnmente interpretado como un símbolo lúdico o relacionado con animales. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que su uso entre jóvenes podría estar vinculado a referencias a la ketamina, una sustancia controlada que en ocasiones es utilizada de forma indebida por sus efectos alucinógenos. Esta droga, conocida popularmente como “Special K”, ha sido asociada con contextos de consumo entre adolescentes, lo que ha encendido las alarmas entre cuerpos policiales y expertos en seguridad digital.
El llamado de atención no se limita únicamente a este símbolo. La policía ha identificado una serie de emojis codificados que podrían estar funcionando como señales dentro de conversaciones en línea. Entre ellos, destacan el emoji de copo de nieve para referirse a cocaína, el de hojas o árboles para mencionar la marihuana, y símbolos como pasteles, frutas o helados para aludir a productos comestibles con cannabis.
Más allá del uso relacionado con sustancias, otros emojis también han comenzado a formar parte de comunidades con ideologías peligrosas, como es el caso de la manosfera. Esta red de contenido en línea ha sido señalada por promover mensajes misóginos y radicales dirigidos especialmente a adolescentes varones. De acuerdo con expertos en sociolingüística y seguridad digital, algunos símbolos, como el emoji de dinamita, el número 100 o incluso el emoji de alubia, están siendo usados por ciertos grupos para reforzar ideas excluyentes y polarizantes.
Este fenómeno fue recientemente abordado por la serie documental Adolescencia, producida por una reconocida plataforma de streaming. La historia, que sigue el camino de un joven influenciado por contenidos en línea, pone en evidencia cómo ciertos emojis son empleados como parte de un lenguaje en clave que puede pasar desapercibido para los adultos, pero que tiene significados cargados de ideología.
Frente a esta realidad, los especialistas en educación digital hacen un llamado urgente a los padres para que no subestimen el poder simbólico de los emojis. Aunque la mayoría de los adolescentes los utiliza de forma inocente y sin malicia, es importante reconocer que algunos pueden estar siendo expuestos a entornos virtuales perjudiciales.
Las recomendaciones son claras: informarse constantemente sobre las tendencias digitales, mantener diálogos abiertos con los hijos sobre sus experiencias en internet, supervisar su actividad online de manera respetuosa y utilizar herramientas de control parental que muchas aplicaciones ya ofrecen.
Internet ofrece grandes oportunidades de aprendizaje, conexión y entretenimiento, pero también plantea desafíos significativos. Conocer el lenguaje digital moderno y fomentar la confianza entre padres e hijos es clave para proteger a los menores en un entorno virtual que evoluciona día a día. Esta alerta sobre los emojis es solo un ejemplo de cómo, detrás de lo cotidiano, puede esconderse una realidad compleja. Compartir esta información puede ayudar a más familias a estar mejor preparadas.
